Ritmo musical: ¿se puede aprender?
Artículo donde vamos a aprender sobre qué es el ritmo musical, cuáles son sus reglas y si puede aprenderse.

¿Qué es el ritmo musical?
El ritmo es uno de los ámbitos más importantes de la música, ya que organiza todos sus elementos y los sincroniza creando cohesión entre ellos: los silencios, sonidos diferentes, voces o pausas forman parte de una secuencia musical a la que da sentido el ritmo.
Así, podemos encontrarnos con sonidos más duraderos o breves, pausas más lentas o rápidas o voces de distintos timbres. Cuando se entrelazan todas estas secuencias damos lugar a diversos sentimientos o emociones que también pueden transmitirse con el lenguaje corporal mediante la danza o el baile.
Elementos del ritmo
El ritmo combina tres elementos:
- Pulso. Constituye la unidad mínima para medir el tiempo musical. Por norma general, el pulso es regular, compuesto por una serie de pulsaciones repartidas en el tempo de una obra concreta, aunque también pueden configurarse de manera irregular.
- Compás. Es la división del tiempo musical en partes iguales, que pueden ser de diversos tipos: binarios, ternarios, cuaternarios o irregulares.
- Acento. Es la entonación destacada de un sonido o pulso, que da importancia a una nota en cuestión. Los acentos se utilizan para marcar la intención de una obra, de manera que se muestran notas fuertes o débiles, formando también distintos tipos de compases.
¿Se puede aprender a tener ritmo?
Hemos aprendido qué es el ritmo, pero ahora bien, ¿podemos aprender a tenerlo? ¡Por supuesto que sí! Podemos aprenderlo todo, si no, ¿cómo llegamos a andar cuando apenas podíamos mantenernos en pie?
El ritmo se consigue mediante pequeños movimientos sincronizados, entonces, la ecuación es sencilla: solo hay que aprender a realizar cada uno de esos pasos diminutos que, por separado, pierden toda dificultad. Cuando seamos capaces de manejarnos con dichos movimientos, estaremos preparados para repetirlos e incorporarlos en distintas secuencias. Así, nuestro sistema nervioso configurará un patrón mediante el que configuraremos un baile al compás de la música.
Sin duda, todo es paciencia, pero al igual que disfrutas una canción que te gusta y con la que te mueves de forma espontánea y sin darte cuenta, puedes cultivar un movimiento sincronizado con tus músculos.
Ejercicios de ritmo musical
El ser humano se encuentra en constante movimiento, somos seres dinámicos que evitamos estar rígidos, y, en ese sentido, el ritmo constituye una herramienta fundamental a incorporar en nuestras vidas para mejorar nuestro bienestar, pues de esta manera mejoraremos el funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular o la estructura óseo-muscular, entre otras.
Pueden practicarse ejercicios rítmicos con los que comprender los silencios, figuras o compases de una obra musical. Así, puedes reproducir cada ritmo en función de la obra que escuches, y así identificar figuras como las corcheas o semicorcheas, negras, silencio de negra, blancas, …
Con estos ejercicios tendrás ventajas como la coordinación, atención o ejercitación de la memoria musical.
No dejes que nadie te diga que no tienes ritmo o que no puedes tenerlo: practica, repite y vencerás.

